DISFUNCIONES SEXUALES

«Sufrir de manera innecesaria es masoquista más que heroico»

Viktor Frankl

Disfunciones y problemas sexuales

 

Las disfunciones sexuales y los problemas sexuales pueden tratarse de forma individual o en pareja, depende de cada caso y de cada persona. Las disfunciones sexuales pueden definirse como desajustes o problemáticas asociadas a las relaciones intimas entre las personas. Suelen ser muy limitantes en general, tanto en el plano afectivo-sexual como en el día a día de la persona, ya que, el disfrute se ve imposibilitado.

 

En ocasiones las disfunciones o problemáticas sexuales se pueden asociar a causas médicas. En caso de que exista una patología médica la terapia psicológica es un buen complemento para un tratamiento de calidad.

Pero no siempre la disfunción se debe a causas orgánicas, ya que puede deberse a factores como el manejo del estrés, la ansiedad o a diversas causas psicológicas.

 

Las disfunciones sexuales a menudo condicionan la vida de quienes las padecen y su forma de relacionarse con los demás. Para las personas suele resultar difícil expresar y comunicar lo que les pasa, ya que a menudo sienten vergüenza y no entienden que les ocurre ni porque en este momento.

Pueden estar ocasionadas por diversos factores, orgánicos o inorgánicos, unas veces se originan repentinamente y otras se desarrollan de forma paulatina. Con independencia de su curso, siempre originan malestar y en cierta medida vergüenza.

 

Hay diversos tipos de problemas sexuales y no necesariamente están relacionados con la relación de pareja o con la pareja. Los problemas sexuales independientemente del tipo que sean, se pueden dar en distintos grados. Algunos pueden estar relacionados con la falta de deseo/apetencia sexual, con el orgasmo o con la excitación, entre otras múltiples causas.

¿Cómo solucionar los problemas sexuales?

A menudo resulta difícil solicitar ayuda psicológica, debido a que genera vergüenza y a que hay un gran desconocimiento acerca de cómo se trabaja en éste ámbito, por lo que se recomienda acudir a terapia cuando:

  • Exista en la persona ansiedad ante las relaciones sexuales. Independientemente de si tiene o no pareja, ya que en muchos casos el simple hecho de pensar en el coito genera malestar
  • Cuando exista presencia de anhedonia e inapetencia sexual es importante acudir a terapia, ya que suelen ser señales que informan a la persona de que algo no va bien y necesita ayuda
  • Si existe dolor en el coito, falta de deseo o de excitación, puesto que, produce que la persona no se pueda centrar en su disfrute y no se abandone

Es necesario acudir a terapia cuando aparece el pensamiento de “Quiero/tengo que llegar al orgasmo” ó “Mi pareja no llega al orgasmo porque no lo sé hacer bien o no le atraigo”. Lo que produce que la persona no se centre en el disfrute y el momento del orgasmo se retrase o que no se logre, produciendo otras problemáticas

¿Qué pasa si no se tratan los problemas sexuales?

Si no se tratan los desajustes sexuales es posible que la problemática se agrave de forma considerable, pudiendo ocasionar diversas y variadas problemáticas que serán descritas a continuación:

  • Pueden aparecer síntomas de depresión, que fomentan el desinterés, la apatía , la desgana y la inapetencia, afectando gravemente a la autoestima. 
  • La confianza en uno mismo, puede verse deteriorada, provocando un aumento de ansiedad y miedo ante una posible relación sexual, lo cual genera más inseguridad y sensación de descontrol

La persona pasa su día a día condicionada, es frecuente que no se sienta comprendida por su entorno más cercano e incluso evite la comunicación por miedo a sentirse enjuiciada

Beneficios de tratar los problemas sexuales

Ir a terapia resulta muy beneficioso y liberador para las personas, tanto si van en pareja, como de forma individual, ya que se consiguen muchos progresos como alguno de los siguientes:

  • Los síntomas asociados se reducen o se eliminan por completo. Produciendo un aumento significativo del bienestar en las personas
  • Con la terapia aumenta la confianza en la persona, produciendo un mayor disfrute en su vida afectivo-sexual
  • El disfrute aumenta, provocando una disminución de las inseguridades y de la ansiedad
  • La persona gana seguridad en sí misma y es frecuente que su autoestima aumente
  • Con las herramientas proporcionadas en la terapia la persona se conocerá y sabrá de donde proviene su problema y podrá entender que le está pasando. Cuando la persona se conozca bien demandará lo que le gusta, lo que no, y será capaz de poner sus límites de forma asertiva.
Si desea obtener más información y tiene alguna duda contacte conmigo